19 de agosto de 2008

Cuaderno de La Habana


El viaje a la Habana, Cuba pintaba ser una gran aventura desde antes de nuestra salida. Un día antes no teníamos los pasaportes y por poco no los conseguíamos; algo poco conveniente porque ya había adelantado una parte del costo del viaje y no había devolución. Afortunadamente el problema del pasaporte se resolvió y aún así todavía tuvimos que dar mil vueltas antes de irnos. Preparé mi maleta como a eso de las 3:00 a.m. Se nos había dicho que sólo teníamos derecho a llevar 20 Kg. de equipaje y yo quería llevar libros de Chiapas y artículos típicos para compartir con mis amigos y las personas del Centro de Promoción Cultural "Ismaelillo", lugar en donde iba a dar un taller de fomento a la lectura dirigido a niños de diez a doce años. Tuve que dejar muchas cosas por el peso, creyendo que mi maleta ya pesaba más de veinte kilos, la gran sorpresa, frustración y coraje fue ver que ya en el aeropuerto, al pesar mi maleta, la báscula marcó 7.8 kg. vaya que tengo un pésimo cálculo para el peso.

El vuelo de Tuxtla Gutiérrez a la Ciudad de México arribó a las 15:00 hrs. y la salida de la Ciudad de México a La Habana salía a las 17:40. No habíamos comido, así que decidimos buscar algo que comer en la estación del metro porque ya sabrán ustedes que en el aeropuerto todo es carísimo y nosotros, que íbamos de turistas piojos no pensábamos gastar más de cincuenta pesos en la comida. Caminamos hasta la estación y no hallamos nada qué comer, regresamos, seguimos caminando en el aerropuerto buscando una opción barata para alimentarnos y terminamos comprando un baguette en el Seven Eleven. Era ya tarde y nos dirigimos a la sala de vuelos internacionales pero no nos dejaron entrar, debíamos ir primero con la compañía con la que viajábamos para que nos dieran indicaciones. Fuimos al cubículo de Mexicana y nos dieron una mala indicación, regresamos a la sala de vuelos internacionales y de nueva cuenta nos mandaron con Mexicana. Esto se repitió varias vecesd hasta que nos aclararon que nuestro vuelo hacía escala en Cancún y que por eso debíamos salir por la Sala "B", la de vuelos nacionales. Al boleto de Víctor le escribieron con tinta azul una "B" como recordatorio y de nuevo intentamos ingresar a la Sala "B". A Víctor lo dejaron entrar pero a mi no, sólo porque mi boleto no tenía una "B" como la de él; y me enviaron de nuevo a la empresa para conseguir una radiante "B" trazada sobre mi pase de abordar. Decidí no ir hasta donde me enviaron sino que le pedí a una joven del módulo de información de Mexicana que me dibujara una hermosa "B", lo cual hizo mientras decía "¡qué poca!, ¿cómo no te van a dejar entrar?, y sólo por la "B", ¡qué pesados!". En ese justo instante pensé "Yo misma pude haber dibujado la "B", pero por la angustia no lo pensé. El que pensó que lo había hecho fue el policía de la entrada, quien me preguntó desconfiado -¿quién le dibujó la "B"? -Una chica del módulo de mexicana -contesté yo. -¿cómo se llamaba? - ¡Ay!, pues no sé - (tono de desesperación) -¿qué ropa traía - ¡Ahh, pues no sé, no me fijé! - (tono de mentada de madre) - ¿O sea que no sabe quién le puso la "B"? - No, porque ya estoy apurada, me va a dejar el avión -¿Pero cómo sabe que la que le puso la "B" es de Mexicana? -Pues porque tenía el uniforme y estaba en el cubículo de Mexicana- (tono de pendejo hijo de tu rejijurria). -¿segura? - Sí, segura - Bueno pues, pásele.

Al otro lado esperaba Víctor, que no se enteró nunca de todo el lío por la letra "B". A las 17:45 salimos con rumbo al aeropuerto de Cancún, ahí nos bajaron a todos los pasajeros que íbamos a la Habana, checaron documentos, sellaron las VISAS y discriminaron a una mujer cubana que iba a su país de regreso, después de once años de ausencia. al regreso a nuestro avión, el Fokker F-100 había sido invadido por un gran número de koreanos que también iban para la Habana. El avión se levantó del suelo, comenzó a elevarse poco a poco, dió un salto al charco enorme y de pronto bajó. Estábamos en el Aeropuerto Internacional de la Habana, Cuba. Eran las 21:00 hrs. en mi reloj, en el del aeropuerto eran las 22:00 hrs.

9 comentarios:

Amarantha Vázquez dijo...

fue toda una aventura
qué genial te fue en ese viaje
conocer una cultura distinta, pero en ciertas cosas similar
conocer un país nuevo
la comida
la música
la gente
qué chido or ti

a ver si vas a chile y me cuentas, yo no creo ir allá, aunque quisiera.

Amarantha Vázquez dijo...

Siempre te pasan montones de cosas en los viajes, como aquél que hiciste a Comitán y la súper combi que se descompuso.

Tonalli: Casa del Sur dijo...

jeje. sí, creo que como que ya mejor no debería viajar tanto jaja

Anónimo dijo...

mmmmm' vos

tus cubano-aventuras ni las contaste

eso fue todo lo que hiciste???? gastate más de 20.000 para hacer solo eso

cuenta. no te lo guardes

Tonalli: Casa del Sur dijo...

aguanta, seguiré posteando. Pero si lo escribo todo de un jalón luego no leen lo primero.

Anónimo dijo...

yo me voy en varco es mas bonito

Tonalli: Casa del Sur dijo...

Sí, yo me quería ir en barco pero no supe cómo hacerle y ya no tenía tanto tiempo para averiguarlo.

Amarantha Vázquez dijo...

Me marea en barco, pero suena muy interesante. Un profesor me dijo que es lomejor del mundo viajar en barco.. conoces mucha gente y hay fiesta por todas partes. Él me invitó a ir a Chile. Dice que es genial.

Balmori dijo...

Que padre.

jeje ya me acordé del viaje a comitán.

Saludos.

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