Y NOS QUEDA SÓLO EL TIEMPO

He aquí al tiempo nuevamente
Aquí están mis manos descarnadas
En su cuerpo como en el mío
resbalan ciegas gotas venenosas
del verde campo que se aloja
como me arrojo yo en suspiro
Tiembla y se consume
me consumo y siembro
las notas de un canto que escribí
cuando la pócima que bebí
me intoxicó tanto de días
que transcurren lento y luego se agolpan
duermen, resucitan, desmayan
En esa memoria de los días se ha escrito
la mentira más poderosa que nos hemos creído:
Que los días se suman y el resultado es una vida
Yo diría que la vida se resta y nos queda sólo el tiempo



Angélica Rivera