20 de octubre de 2009

Vino con la tarde
un reloj de arena donde caían
lentas las cenizas del día viejo
Húmedos los parquesy la piel de tu lado izquierdo estaba tibia
Fuimos como todosa dejar nuestros pasos en las calles
a publicar los silencios en la ciudad fantasma
Un paraguas cómplice guardó nuestras manos dormidas
lejos la voz de Tláloc incapaz de tocarnos
Después volvió un canto de cláxones
fueron tambores los pies transeúntes
Retomamos el paso
Reanudaron su ritmo los danzantes

3 comentarios:

Anónimo dijo...

me agrada mujer, me agrada, no pare!!!!!


R G

Lluvia azul dijo...

la admiro demasiado...de veras

Tonalli: Casa del Sur dijo...

me halagan demasíado jiji, gracias!

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